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NUTRICIÓN Y DEPORTE EN NIÑOS

El niño, como primera etapa en el desarrollo de la vida del ser humano, debe ser bien alimentado, porque sus necesidades son mayores que las del adulto: 60 Kcal al día por cada kg de peso; la causa es que cuenta con una superficie corporal con relación a su peso mayor que la del adulto. A las citadas, debemos añadir 20 Kcal/kg/día para satisfacer sus necesidades estructurales que impone el constante crecimiento de su organismo; muy rápido en el primer año y durante la adolescencia; y de 15 a 25 Kcal/kg/día más por necesidades de su actividad física. Estas necesidades energéticas van disminuyendo a medida que el niño crece, establecida en una media social en torno a los 10 Kcal/kg/día cada tres años, hasta alcanzar a las 45 Kcal/kg/día que se contabiliza durante la adolescencia.
El equilibrio recomendado para las kilocalorías totales está establecido en: carbohidratos: 50 por ciento; carbohidratos complejos –almidones- incluida la fibra; grasas –saturadas, monoinsaturada y poliinsaturada- que facilitan el aporte de la energía, también las vitaminas liposolubles y ácido linoleico esencial, 35 por ciento; y, no menos importantes, las proteínas, las cuales, al menos en su tercera parte, deben ser de alto valor biológico –leche, huevos, carnes, pescados-, que representan el restante 15 por ciento.

Para los niños en general una alimentación variada es necesaria, pero si el niño hace deporte hay que llevar especial cuidado en que reciba los nutrientes necesarios para realizar el esfuerzo sin que les falte energía. Se puede tener un pequeño diario de entrenamientos y alimentación para poder controlar mejor sus reacciones ante la sesión de entrenamiento.

Esto puede ayudar a mejorar hábitos y el niño se va fijando en sus pautas alimentarias, si le sienta mal alguna comida, si necesita más líquidos… Estos son los puntos fundamentales que ha de seguir el niño deportista:

  • Que esté bien alimentado durante todos los días de la semana, porque de ese modo durante su sesión de entrenamiento su cuerpo tendrá recursos que provienen de almacenes de nutrientes de más de un día. Por supuesto, ha de comer bien los días en que practique deporte, pero ha de consumir alimentos sanos también el resto de días.
  • Si el niño está bien hidratado es la mejor forma de evitar mareos y calambres. Sus músculos estarán bien hidratados, más flexibles y pasará menos calor. Han de hidratarse antes, durante y después del ejercicio físico. El sudor expele hierro, calcio y minerales que se reponen con una adecuada alimentación. No debe esperar a tener sed para beber sino que ha de ir bebiendo con cierta periodicidad.
  • Los niños deportistas deben evitar las bebidas con gas, con cafeína, caramelos y golosinas antes de las competiciones o entrenamientos, esto tiene efecto rebote y puede acusar una bajada de azúcar. Mejor agua o zumos naturales.
  • El niño ha de ir descansado y bien motivado a su entrenamiento. El ejercicio en los niños se ha de orientar a mejorar su motivación, su disfrute y su capacidad de relación. Si le angustia o le provoca estrés hay que examinar el planteamiento.
  • Si el niño padece anemia, lo cual repercutiría negativamente en su rendimiento y su recuperación, hay que consultar al pediatra. También si se encuentra excesivamente cansado o decaído.
  • No hay que aplicarle dietas específicas de otros niños, ni suplementos de proteínas ni dietas “de entrenador”. Las dietas mal pautadas pueden comprometer el desarrollo y crecimiento del niño.
  • Si hay competición o entrenamiento, es adecuado que coma entre una hora y media y dos horas y media antes. Esto le nutre y evita que vaya con hambre, al tiempo que dejamos el tiempo suficiente para hacer la digestión. Se recomienda una comida completa, con algo de verduras, proteínas, carbohidratos. Si la competición es larga puede llevar algo de comida ligera por si tiene hambre.
  • Es importante no saltarse comidas el día de competición o entrenamiento (lo ideal es que los horarios no interfieran en las comidas, dejando el margen del que hemos hablado anteriormente).
  • La comida de casa suele ser más equilibrada y se controla mejor que si comen fuera de casa.
  • Se han de evitar riesgos en los deportes infantiles, utilizar el equipamiento adecuado, protectores…
  • Los padres debemos apoyar e incentivar la práctica deportiva entendida esta como un proceso formativo integral que fomenta la relación social y la integración grupal, y no como una competición.
  • También debemos ayudarles a ganar con humildad, perder con deportividad y mostrar siempre un respeto por los compañeros y por los rivales.

Además de todos estos consejos, hemos de tener en cuenta que el juego es el mejor ejercicio para los niños y no se deben perder momentos de juego (con los padres, con los amigos…) porque se estarían perdiendo muchos otros beneficios.

Los beneficios del deporte para los niños

  • Introduce al niño en la sociedad.
  • Le enseña a seguir reglas.
  • Le ayuda a abrirse a los demás y superar la timidez.
  • Frena sus impulsos excesivos.
  • Fomenta en el niño la necesidad de colaborar por encima del individualismo
  • Le hará reconocer, aceptar y respetar que existe alguien que sabe más que él.
  • Produce un aumento generalizado del movimiento coordinado.
  • Aumenta sus posibilidades motoras
  • Favorece el crecimiento de sus huesos y sus músculos.
  • Puede corregir posibles defectos físicos.
  • Potencia la creación y regularización de hábitos.
  • Desarrolla su placer por el movimiento y el ejercicio.
  • Estimula la higiene y la salud.
  • Le enseña a tener ciertas responsabilidades
  • Reduce la grasa corporal
  • Ayudas coordinación, equilibrio y flexibilidad
  • Mejora la resistencia y la concentración
  • Combate la depresión y la ansiedad
  • Mejora la calidad del sueño

Fuente: http://adf.ly/117MbH

              http://adf.ly/117N88

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